Sobre la momificación, es interesante leer lo que nos cuenta Heródoto ,
“Hay gentes establecidas para tal trabajo y que tienen tal oficio.
Estos, cuando se les trae un cadáver, presentan a los que lo han
traído unos modelos de madera, pintados imitando un cadáver. La más
primorosa de estas figuras, dicen, es la de aquel cuyo nombre no juzgo
pío proferir a este propósito. La segunda que enseñan es interior y
más barata, y la tercera es la más barata. Después de explicadas,
preguntan de qué modo desean se les prepare el muerto; cuando han
cerrado el trato, se retiran; los artesanos se quedan en sus talleres y
ejecutan en esta forma el embalsamamiento más primoroso. Ante todo
meten por las narices un hierro corvo y sacan el cerebro, parte
sacándolo de ese modo, parte por drogas que introducen. Después hacen
un tajo con piedra afilada de Etiopía a lo largo de la ijada, sacan
todos los intestinos, los limpian, lavan con vino de palma y después
con aromas molidos. Luego llenan el vientre de mirra pura molida,
canela, y otros aromas, salvo incienso, y cosen de nuevo la abertura.
Después de estos preparativos embalsaman el cadáver cubriéndolo de
nitro durante setenta días, y no está permitido adobarle más días.
Cuando han pasado los setenta, lavan el cadáver y fajan todo su cuerpo
con vendas cortadas en tela fina de hilo y le untan con aquella goma
de que se sirven por lo común los egipcios en vez de cola. Entonces lo
reciben los parientes, mandan hacer un ataúd de madera, lo guardan y
lo depositan en una cámara funeraria, colocándolo en pie, contra la
pared”
la fuente: el libro titulado : los nueve libros de la Historia de Heródoto.
Y sigamos con lo que nos dice Heródoto, esta
vez en su apartado ochenta y siete, sobre el modo de preparación de
los cadáveres : “Ése es el modo más suntuoso de preparar los cadáveres.
Para los que quieren la forma media y huyen de la suntuosidad, los
preparan así: llenan unos dísteres de aceite de cedro y con ellos llenan los intestinos del cadáver, sin extraerlos ni cortar el vientre, introduciendo el díster.
por el ano e impidiendo que vuelva a salir, y lo embalsaman durante
los días fijados. El último sacan del vientre el aceite que habían
introducido antes; el cual tiene tanta fuerza, que arrastra consigo
intestinos y entrañas ya disueltos. La carne la disuelve el nitro, y
sólo resta del cadáver la piel y los huesos. Una vez hecho esto,
entregan el cadáver sin cuidarse de más”.
la fuente de la foto es de dominio público /wiki y representa una escena de la tumba de Sennedjem.
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